Mientras nosotros se convierte en realidad

A tres meses de la Huelga de versos
La cotidianeidad como la marca más profunda de nuestras vidas.
Y así, un nuevo domingo me encuentro escribiendo estas palabras que no toman formas definitivas, literarias, pero que me van abriendo el camino de mis pensamientos.
Y aquí estoy, luchando, una vez más, mientras me despierto a tu lado, la rutina se hace nuestra y el nosotros aparece.
Y así, la temporalidad futura, imaginada, nos cimienta, mientras voy escapando del pasado, en esta lucha permanente por no caer en los laberintos de la culpa y la angustia en los que me pierdo en las noches en que los sueños son pesadillas y el miedo el terror de la tortura.
La contingencia del nosotros que se desvanece mañana se enfrenta al accionar diario por encontrarnos, ser. Mi lucha por no caer en mis propias trampas, en marañas que me enredan.
Me tropiezo con la presencia de tus brazos en mi cuerpo esta noche que hace frío y te regalo mi mayor sonrisa. La simpleza de tus ojos, el contar con tus palabras, el sabernos compañía.
Estar a tu lado sin disfraces, las máscaras del pasado que ya no son necesarias, extrañarlas, encerrarlas en bolsas herméticas que se arrojan al lugar al que pertenecen.
Quiero ver el reflejo de tus ojos en los míos, mientras nosotros se convierte en realidad la dimensión del pasado me elabora este presente cuyo tiempo es el hoy-mañana.
Hoy quiero seguir decidiendo, introspección en mi misma, introspección en nosotros, decisiones colectivas.