jueves, marzo 09, 2006

La historia que no es y el vino que no existe




La historia que no es

Una noche más llegué a mi casa y esa ya pequeña ilusión de que escribas/llames se terminó de derrumbar.

Tengo bronca. Mucha. Diván de por medio sé que esa bronca no es particularmente con él, es con las personas que deciden ignorar las situaciones, “hacer borrón y cuenta nueva”, reprimir/ocultar algo que existe. Después el Sr. en cuestión llena páginas y páginas de libros protestando contra la fetichización de las relaciones sociales. Paradoja intelectual –una vez más-.

Porqué si, este Sr. en cuestión es un (digamos) cuentista social con un importante número de publicaciones, y aquí comienzan los “kits” de la cuestión. Si, fue mi profesor alguna vez. Cosas que pasan. Y fue él quien empezó a romper esa relación para construir charlas de la vida cotidiana, salidas, borracheras, compartires. Por sobre todas las cosas siempre fue “natural”. Durante meses no sentí la necesidad de explicaciones, ni de cuestionarnos. Su sola compañía y el ser eran suficiente para no quemarse la cabeza pensando en el ¿qué pasará?.

El cumpleaños, aquella noche que te fuiste después de pasarnos “coqueteando” (mi abuela se acaba de hacer presente en el lenguaje de este post) toda la fiesta. Aquel pequeño mail un par de días después y las largas dos semanas y media de silencio. Un silencio que dice, mucho, un silencio que grita algo que no sé que es pero que me fastidia por ser silencio de huida, de temor, de nosequé.

¿Silencio de te empecé a importar y te asustan las diferencias que nos separan?

¿Silencio de te importo pero no podés hacerte cargo en este momento de tu vida?

¿Silencio de no te intereso y te asusta que a mi sí?

¿Silencio de qué?

En menos de tres semanas retomamos el taller, con muchos proyectos que nos implica estar juntos. ¿No sería más sencillo que me plantees el silencio de huida que callas? Pasaría tantas tardes tomando mates con vos, esperando que el tiempo decida si nos hacemos amigos, “amigos con privilegios”, compañeros, amantes, o lo que sea. Eso NO es lo importante. Lo importante es que estoy harta de la gente que huye de los lugares en los que está bien (muchos de nuestros correos hablaban de lo bien que nos hacia el compartir).

Y entonces mi impotencia, mis límites, mis miedos. Yo sé que tendría que levantar el teléfono y preguntarte que pasa. Pero no puedo. Me ganan mis propias inseguridades, temores, pasado que vuelve a atormentarme en forma de heridas, reglas/convenciones. Me ganan.

Espero poder hablarte, o escribirte (muchas veces me sale mucho mejor la escritura, pero tampoco quiero refugiarme en ella para no exponer mi cuerpo, mi yo).

El vino que no existe.

Anoche me visitó mi amigo sureño. Ese que alguna vez me desnudo en la mente para conocerme y hacerme sentir sujeto, casi casi, por primera vez en mi vida. Esta es una historia larga, alguna vez (seguramente) será motivo de otro post.

En breve nos conocimos hace 5/6 años, nos convertimos en amigos al instante, nos apoyamos en esos momentos malos, en los que uno siente que el mundo gira y que uno (atado a él) ya no quiere girar más.

Al año, año y medio compartimos unas vacaciones y el alcohol nos regaló nuestra primera noche de cuerpos chocando.

Después de otro año, año y medio más la escena se repetiría. Cada uno eligió un camino, caminos que se iban alejando, pero a pesar de las distancias físicas, reales y sociales nos mantuvimos, nos guardamos.

Anoche viniste a visitarme, en tu paso por Buenos Aires.

El vino que había sido comprado como regalo de cumpleaños para el Sr. de la historia que no es me miraba todos los días recordándome a aquellos que huyen, me miraba casi casi como burlándose de mí.

Ante la noticia de su llegada entendí que para disfrutar ese vino que me miraba desafiante debía estar acompañada. Y él era la compañía ideal, para brindar, como hicimos tantas veces, por la vida que nos hace trampa, apostando a vivir mejor aunque todas las evidencias se empeñen en lo contrario.

Así que te esperé con el vino.

Brindamos, y una copa llevó a la otra.

Conversamos sobre el ser, la nada, el universo, los programas de verano en la tele, la comida de ayer y otras yerbas. Y seguimos brindando. La noche se hizo nuestra y los cuerpos volvieron a encontrarse, para disfrutarse, hacerse mimos, simplemente eso.

Y así el vino dejó de mirarme con cara desafiante y le gané una noche de construirme a la vida.

Lo que me pasó con todo esto fue muy movilizante. Sentí que le estoy diciendo adiós a mi amigo sureño porque nuestros caminos están cada día más lejos. Pero no un adiós de despedida ni triste, si no un adiós de reafirmarme frente a lo que soy y dejar de explicarle porque yo no elegí el camino que el transita. Hubo angustia, pero después de eso me sentí yo, Just Me, y eso me hizo un poquito más fuerte.

Ahí fue cuando decidí que hoy lo llamaba al Sr. que escribe libros y le preguntaba los motivos de su desaparición. Claro que cuando se me fue la borrachera se llevo a mi coraje con ella.

Entonces ahora dudo. Como tantas veces la disociación teoría / praxis se hace presente una vez más. En teoría yo sé tengo que resolver mediante una pregunta hacia él esta situación, por mi, por el espacio y la gente que compartimos. En la práctica no me animo.

El objetivo es romper la disociación y enfrentarme a lo que salga de eso. Si me animo, después les cuento como me fue.

6 Comments:

Blogger Rain nos dice...

Tengo solo una pregunta para vos: ¿Es necesario?


Y hay algo que me quedó dando vueltas de tu escrito "La gente que huye de las situaciones que les hacen bien"
Según mi experiencia: Hay veces que la gente no quiere estar bien... en fin. Tienes todo mi apoyo, lo sabes.

5:18 a. m.  
Blogger Just Me nos dice...

Claro que no es necesario Rain, EN TEORIA, pero a veces cuesta no enroscarse.
Y si, hay veces que la gente no quiere estar bien, muchas veces, pero no puedo evitar llenarme de bronca frente a eso. Y también frente a eso una intentar elegir lo lindo.
Gracias Rain, como siempre, un placer

5:31 a. m.  
Blogger SOL nos dice...

yo que vos lo llamo...totoal asi terminas con la situación que te angustia,y para bien o mal terminas con el tema!beso

8:17 a. m.  
Blogger Josie Janeway nos dice...

llamalo, no se pierde nada...

escribìs como psicòloga sabìas? de orientacion psicoanalìtica.

me duele la panza, perdòn no puedo escribir màs.
Es la soledad que me hace doler la panza...ojalà fuera el amor,no?...snif....por que nos hacen sufrir....xqklw

10:30 a. m.  
Blogger Rain nos dice...

si... ¿Por que?

12:59 p. m.  
Blogger Just Me nos dice...

Rain: ¿Porque, Qué?
Legally y Josie: Gracias por las palabras y el "coraje", espero me salga.

Josie: Gracias por el "otrientacion psicoanálitica", dado mi amor por el psicoanálisis lo suyo resulta un halago

1:03 p. m.  

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