Final

Esa esquina me encontro viviendo historias que aún hoy me duelen, compartiendo conmigo lecturas, celebrando con un café y mi yo el alquiler de mi primer departamento sólo para mí (desde donde hoy les escribo) o celebrando mis primeras noches con vos y tu gente. Hoy la ciudad estaba desierta, lluviosa, fría y triste. Mientras la pelota rodaba y los ojos se clavaban en los televisores disfrutaba de la soledad de las calles de Buenos Aires, mientras el azul profundo del cielo le disputaba terreno a las nubes grises que enmarcaron mi encuentro con Brasil y Defensa. Y entonces, las persianas bajas...

No pude evitar la melancolía y la tristeza de saber que un pedazo de mi historia quedaba sepultado en sus paredes, de saber que ya no podría sentarme a escribir en sus mesas, a espiar por sus ventanas, a desayunar después de una noche porteña, a llorar amores descontrariados o a enamorarme una vez m ás.
Y así, después de 50 años, el Bar Británico ya no está.
Y como alguien dijo "Hoy se está viviendo un velatorio, porque se está despidiendo el alma de esta esquina".
Cuandoun espacio muere se lleva tantas historias consigo, tantas emociones y recuerdos. Sobre todo si dio abrigo a tantos otros que se inspiraron en sus paredes, en sus mesas, en su gente.
Comparto tu dolor y este noble homenaje a este bar, que tenía vida en si mismo.
Abrazos.-
lo siento por los significados y los signos emanados de y en ese espacio, en ese lugar.
Mis respetos para ti.
en cada paso respiras buenos aires, en cada latir laten sus calles, en tus ojos sus ojos... ninguna porción de tu ciudad morirá mientras vivas tú.
un beso
Digno de un pésame!
Perséfone y Alas... Si, emociones, recuerdos, historias, mias y de tantos.... Alli quedaran guardadas entre esas paredes, en el recuerdo de todos quienes transitamos por allí, a todos quienes significó un refugio....
Nosferatu: Reconfortantes y profundas palabras que calaron profundo en mi. Como siempre, un placer compartir contigo.
Tiras: Digno de varios pesames....
Yo del Bar Británico sólo tengo un recuerdo: estábamos estudiando en el Parque Lezama, cuando cursé el CBC en sede Paseo Colón, dos chicas y dos chicos (De Mónica casi me enamoro, pero se perdió después), tomando una cerveza que un policía nos hizo poner bajo la mesa de cemento (¿estudiando y tomando? dijo el uniformado. Pero bueno, la materia era Sociología). En algún momento, fui con el termo vacío a conseguir agua caliente para el mate al Bar Británico, que me fue prolijamente negada. Es decir a comprar agua caliente, no a garronearla. Me dije: "Bar Británico, jamás te compraré ni un café". Lamento que ahora cierre y no tenga la oportunidad de contradecirme, aun cuando no se me diere la gana. Saludos!
Lo ví en las noticias.
Realmente, q falte el bar británico es algo increíble de imaginar.
Besitos.
Recuerdos de un lugar que és algo más que paredes y mesas, recuerdos de ese lugar que encontraste dentro. Habitaste un lugar y fuiste habitada por él, seguirá siendo tuyo aunque las persianas indiquen lo contrario, como cada rincón de Buenos Aires que se siente en tu piel, como cada cosa amada que deja huellas, que deja marcas.
Un abrazo.
las cosas no deberían de ser así.
los pocos lugares que quedan con historia se vna cayendo de a poco, cerrando, olvidando.
y nosotros nos vamos quedando cada vez con menos identidad, mas nostalgia, mas nada.
besos señorita.
Vamos dale, abracemonos con otros tantos que huelen y aman Buenos Aires.
Todo a veces es añil.
Hay algo que nadie puede quitarte, y es el recuerdo.
q triste. por lo q escribís imagino lo q sentiste al enterarte q "tu bar" iba a cerrar. no querría ni pensar q cerraran el mio. un abrzo!